He concluido que Dios coloca a sus mejores soldados pruebas con cierto grado de dificultad, incluso algunas de estas pueden llegar a cuestionar nuestra fe.
Todos tendremos en algún momento una mala racha, si perdemos la fe, perdemos energías, sentido a la vida y nos desmotivamos. En cambio si tomamos el lado positivo de la situación, significaría un buen comienzo para reflexionar, levantarnos y sacar provecho de esa experiencia.
No olvidemos que la fe mueve montañas, aviva la esperanza y hace que sucedan los milagros.
Felíz día.
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