miércoles, 15 de junio de 2016

Estrés


Aunque no lo parezca, el estrés se ha vuelto en uno de los problemas de salud más graves y silenciosos que afecta a cualquier ser vivo. En este momento tú puedes estar relajado leyendo esta publicación, sin embargo tu organismo es una bomba de tiempo a punto de explotar motivado al estrés.



Los seres humanos, sufrimos cada día de los embates de este mal, no importa si eres amas de casa, estudiante o profesional de cualquier carrera. El estrés se presenta cuando la presión que tienes en tu entorno excede tu capacidad para hacerle frente. Por lo general se manifiesta por la parte más débil del organismo, es por ellos que todos reaccionamos de manera distinta ante el estrés.

Sí hacemos que nuestro cuerpo libere las hormonas del estrés a corto plazo, "revoluciona" nuestro organismo, y por ende aumentamos nuestra capacidad para realizar tareas y aquellos objetivos propuestos. Sin embargo, a largo plazo el estrés puede tener un efecto negativo en tu forma de hacerle frente a situaciones, e incluso puede ser perjudicial para tu salud.

Muchos de los mecanismos de control corporales actúan sin que tengamos que pensar en ellos. Su respuesta involuntaria ante acontecimientos inesperados es conocida como respuesta "lucha o huida" y consiste en liberar hormonas (sustancias químicas producidas por el cuerpo), como la adrenalina que contribuye aumentar la frecuencia cardíaca y presión arterial, generando que más oxígeno y glucosa lleguen a los músculos. También se respira y se suda más rápido para refrescar los músculos, dejando nuestro cuerpo preparados para emprender acciones y hacerle frente a una posible amenaza.

Muchos creen que el dolor corporal repentino (cabeza, espalda, piernas, hombros), son los únicos síntomas y eso no es así, sufrir de estrés puede generar otros síntomas por mencionar algunos: problemas en la piel, falta de sueño, parálisis facial.

Ahora, ya sabemos que algunos síntomas del estrés varían y según cada persona reacciona de forma diferente. No obstante, hay ciertos síntomas muy comunes a tener en cuenta.
  • Los síntomas psicológicos pueden incluir: preocupación constante, incapacidad para concentrarse, confusión mental, negatividad para todo, pensamientos ansiosos, problemas de memoria. Se encuentra estrechamente relacionados con;
  • Síntomas emocionales como: cambios de humor y/o estado de ánimo (irritabilidad o mal genio), incapacidad para relajarse, sensación de agobio, sentimiento de soledad y depresión por mencionar algunos.
  • Síntomas físicos, incluyendo: malestar estomacal (diarrea), estreñimiento, mareos y/o náuseas, dolores de pecho, pérdida de la libido, resfriados frecuentes. Estos síntomas pueden ser causados por problemas distintos al estrés (si usted padece alguno de estos síntomas, consulte a un médico).
  • Cambios de conducta: comer más o menos, dormir demasiado o muy poco, aislarse de los demás, descuido o aplazamiento de responsabilidades, beber alcohol, fumar o consumir drogas (legales o ilegales) para relajarse. También hábitos nerviosos: morderse las uñas o no estar tranquilo.
Cuando el estrés lo amenace, por favor solicite ayuda de personas que no esté igual que usted, porque si no... ¡imagínese! es “peor el remedio que la enfermedad”.

Generalmente la persona afectada es la última en saberlo y puede enfrentarse al estrés cuando éste haya causado daños al organismo. Algunos aspectos básicos muy importantes para combatir el susodicho “estrés”:
 
1. Compartir con alguien cualquier situación estresante. Si te asaltan en la calle no guardes ese sentimiento de miedo, drénalo de alguna manera, corre o trota en el lugar que prefieras: por una acera, por la calle (teniendo cuidado con los carros); grita cuando te provoque (jejeje te tildaran de loco, pero no le pares); no sé, cuénteselo a tu amigo o amiga; a tu peor es nada; algún familiar; al perro si quieres; pero por sobre todas las cosas CUÉNTASELO a alguien.

2. Resuelve los problemas en el momento que se presenten, no permitas que ese sentimiento de rabia e ira se acumule con el tiempo. Guardar “eso” puede ser una bomba de tiempo y para el momento menos esperado explotas, y como dicen en términos hípicos ¡allá rodó!, y no sería lo más correcto. Imagínate alguien como tú tan refinado, calmado, educado y respetuoso se vuelve de un momento a otro en un ¡gorila salvaje!, que perdió la finura, golpea, tira y grita al que esté más cerca.

3. En lo particular "Yo" podré tener cualquier malestar, dolencia, impedimento y todo aquello que se te pueda ocurrir en estos momentos, pero nada en el mundo me quitará las ganas de comer (te lo aseguro). Mantén una nutrición adecuada, pues el organismo debe estar preparado para el gasto adicional de energía que generes, cuando te vuelvas como loco a correr para drenar tu rabia, o en casos extremos cuando estás en modo "gorila".

4. Importante que haga ejercicios físicos, esto permitirá deshacerte de todas las sustancias tóxicas que se acumulan en tu organismo, además de todas las ventajas que conlleva ejercitarte: fortalecimiento del sistema circulatorio, incluyendo nuestro reloj biológico (el músculo del corazón).

5. Es muy importante que organices tu vida, ten alguna meta, algún destino y administra el tiempo adecuadamente. Mantén la mente ocupada en algo distinto a lo que haces. ¡Por favor!, no te entretengas haciendo lo mismo que te causa el estrés, porque estarías subiendo a otro nivel, algo así como un “Súper estrés”.

Espero que esto que has leído te haya servido de algo, quizás mis sugerencias no estén al nivel de un especialista de salud, pero de algunas manera hay que sobrellevar las situaciones y tratar de hacerlo lo mas sano y divertido posible.

Recuerda algo y para esto no necesita ser estudiado, ¡si tu no cambias nadie te hará cambiar!, por tanto la solución a tus problemas está en tí.

























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